La gran ventaja de nuestro saco térmico es que podemos aplicar una terapia de calor o de frío, según nuestras necesidades, y si esta es combinada con la aromaterapia de nuestras hierbas, nos ofrece unos efectos inmediatos y una alternativa diferente que no encontraremos en otros productos.
Calor: Artritis, dolores de espalda, bursitis, cólicos, dolor de oídos, tendinitis, sinusitis, tensión en cuello, dolor cervical, desgarros, recuperación de esguinces, dolor menstrual, etc.
Dependiendo de la potencia de tu microondas y del tamaño del saquito recomendamos que la primera vez que lo utilices, lo pruebes con periodos de tiempo de 1 minuto, hasta que el saquito alcance la temperatura deseada. Si se sobrecalienta, se puede quemar el contenido dejándolo inservible y con olor a quemado. Una vez que alcance la temperatura deseada aplicar en la zona afectada. También válido para horno envolviéndolo en papel de aluminio y manteniéndolo durante 10 minutos a una temperatura no superior a 180º.
Frío: Jaquecas, stress, inicio de esguinces, dolor dental, moratones, picaduras de insectos, varices, espinillas, ojos hinchados, quemaduras y efectos de trasnoche, golpes, etc. Para aislar el saquito de la humedad, envolverlo en una bolsita de plástico, mantener en el congelador el tiempo deseado y aplicar en la zona afectada.
Ventajas: Al no ser eléctrico, puede utilizarse (frío o caliente) de forma segura al dormir. Ligero y adaptable a cualquier parte del cuerpo. Fácil transporte. Sin efectos secundarios. La aromaterapia resulta siempre agradable y relajante. La termoterapia es una excelente alternativa como uso externo de efectos inmediatos.
Atención: No calentar más de lo aconsejable. No mojar. Guardar en lugar seco. Utilizar una vez al mes, como mínimo, para eliminar la posible humedad. No aplicar sobre heridas abiertas.
IMPORTANTE: El uso de estos saquitos no pretende sustituir la ayuda profesional sanitaria ni tratamientos pautados por su médico.